La mayoría de adultos conocen la importancia del cuidado dental para mantener una buena salud oral e incluso mejorar el bienestar general. Unos conocimientos que los niños ignoran todavía. Los padres son los encargados de acabar con este desconocimiento al enseñarles a sus hijos como cepillarse los dientes, pasarse el hilo dental o promover las visitas regulares con el dentista. De este aprendizaje durante la infancia dependerá su salud oral durante toda su vida.
Cualquier padre debe saber que aunque sus hijos nazcan sin dientes, los dientes de leche se empiezan a desarrollar cuando todavía están en el útero. Por este motivo es importante que cuidemos de la boca de los bebés aunque no tengan dientes. Lo podemos hacer mediante un paño húmedo mientras no han erupcionado los dientes y con un cepillo de dientes suave una vez ha aparecido el primer diente.
Empezar temprano
Los niños son como pequeñas esponjas que absorben la información y pueden entrenarse desde pequeños para saber apreciar la necesidad de acudir regularmente al dentista. Los padres deben llevar a su hijo a la clínica dental cuando cumple un año. Esto no solo permitirá que el odontólogo compruebe que el desarrollo dental es correcto, sino que será una buena oportunidad para que el profesional les dé consejos a los padres acerca de los cuidados dentales del pequeño.
Además, como antes se introduzca a los pequeños al ambiente de la clínica dental, menos posibilidades de sufrir miedo dental. En parte, porqué las visitas desde la infancia ayudan a mantener una boca sana de modo que los tratamientos que se deben realizar a posteriori no son en ningún caso traumáticos.
Predica con el ejemplo
Como hemos dicho, los niños son como esponjas que lo aprenden todo, tanto lo bueno como lo malo. También en el caso del cuidado oral, suelen imitar los hábitos de sus padres. Predicar con el buen ejemplo en casa es una buena manera de introducir positivamente a los hijos al cuidado dental. Compartir con ellos el cepillado dental o el uso del hilo, y encararlo como un rato divertido y no como una obligación, es un buen paso para que aprenda buenos hábitos.
Lo mismo sucede con las visitas al dentista. Si como padres se tiene una actitud positiva al acudir a la clínica dental y se utiliza un lenguaje positivo evitando palabras como miedo o ansiedad, los hijos entenderán que la odontología es algo positivo para ellos y para su salud.
Si eres padre y crees que deberías ayudar a tus hijos a mejorar su cuidado dental, habla con los profesionales de DentAl, ellos te darán los consejos que necesitas para conseguirlo.