Es la especialidad más conocida y difundida de la odontología ya que es la que se ocupa del tratamiento de la caries dental mediante obturaciones (empastes), reconstrucción de dientes o sustitución de antiguos empastes por otros más estéticos. En Dent Al creemos que ésta es una de las especialidades más importantes de la odontología y, para ello, contamos con especialistas cualificados que usan las técnicas más avanzadas y los materiales de más alta calidad.
Prevenir para conservar
La base de la odontología conservadora es la prevención. Un buen tratamiento preventivo es aquel que sienta las bases para que los dientes sufran el menor número de problemas posibles y se mantengan sanos. La higiene dental y las visitas periódicas al dentista son los dos pilares de la prevención, pero no siempre es posible evitar las infecciones bucodentales. Cuando estas aparecen, entran en juego los tratamientos conservadores, que se encargan de eliminar el tejido dañado preservando todo el tejido sano posible.
Los dentistas con una visión conservadora evalúan los problemas dentales para determinar su extensión y crear un plan de tratamiento indicado. Su objetivo es mantener la integridad del diente en la boca, al mismo tiempo que solucionan el problema con éxito y lo previenen para que no se repita.
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El tratamiento con empastes dentales
Durante el procedimiento de empaste dental o en un tratamiento endodóntico más invasivo, el dentista elimina el tejido infectado y dañado sin afectar el material sano. Las técnicas más novedosas ayudan a completar la cura del diente teniendo en cuenta la preservación del tejido remanente.
Una vez el dentista ha limpiado el diente, se utiliza un empaste o una incrustación tipo «inlay» u «onlay» para preservar su integridad y prevenir la aparición de una nueva caries mediante el sellado de la obertura. Este procedimiento puede durar más o menos tiempo en función de la extensión del daño y del número de dientes implicados en el procedimiento. Al final, el paciente conserva la máxima cantidad de diente natural y recupera su funcionalidad y estética, gracias a la dureza y a la tonalidad de los materiales utilizados. Los chequeos periódicos confirman que el diente se mantiene sano y que no sufre problemas adicionales.
En resumen, la odontología conservadora es la especialidad que se preocupa de conservar tanto como sea posible los dientes propios para evitar que tengan que ser sustituidos por cualquier tipo de prótesis dentales o implantes.
Endodoncia
La endodoncia es la especialidad de la odontología que se encarga del tratamiento de los conductos radiculares del diente, es decir, la raíz, la pulpa dental y sus tejidos circundantes. Los dientes están compuestos por una capa de esmalte que protege el tejido blando y vivo conocido como la pulpa. Esta contiene vasos sanguíneos, fibras y nervios, que al ser dañados por culpa de una caries dental severa, un traumatismo u otro motivo no se pueden reparar por sí mismos. Es entonces cuando se requiere tratamiento endodóntico.
El tratamiento endodóntico, comúnmente conocido como “matar el nervio”, se encarga de eliminar el tejido pulpar (“nervio”) inflamado o infectado, desinfectando y rellenando los espacios intrarradiculares con un material sellador que impide el paso de las bacterias y toxinas infecciosas que puedan existir.
Dado que la estructura del diente se ve comprometida, puede que sea necesaria la colocación de una corona dental para proteger el diente tratado y restaurar su función masticatoria. Una vez se ha empastado el diente o colocado la corona, éste recupera su estética y funcionalidad natural y puede durar tanto tiempo como cualquier otro diente propio.
A pesar de que puede parecer un tratamiento agresivo con el diente, se trata de una solución mínimamente invasiva ya que permite preservar la pieza y evitar su extracción.