La rutina y el ritmo diario provocan que muchos pacientes vivan con estrés. El estrés está relacionado con todo tipo de patologías: dolores de cabeza, musculares… Pero, ¿Sabías que el estrés también puede afectar a tu sonrisa?

Horarios laborales, obligaciones familiares, estudios… Son muchas las situaciones cotidianas que conllevan un estrés diario. Diversos estudios han demostrado que también afecta a la salud bucodental. Por ejemplo, muchos pacientes estresados tienden a retomar hábitos perjudiciales como el tabaquismo, que ayuda a calmar los nervios. En otros casos aumenta el consumo de alimentos azucarados, que pueden provocar el desarrollo de caries.

3 efectos del estrés sobre tu sonrisa

Estar estresado está relacionado con el desarrollo de diversas complicaciones bucodentales:

1. Bruxismo

El estrés es la causa principal de la mayoría de casos de bruxismo. ¿En qué consiste? Se trata del hábito inconsciente de apretar y rechinar los dientes. El bruxismo suele producirse por las noches, de modo que no nos damos cuenta de que lo padecemos hasta que notamos algunos síntomas:

  • Dolor de cabeza.
  • Pequeñas fisuras dentales.
  • Dolor mandibular.

El principal tratamiento para el bruxismo es llevar férulas de descarga, que impiden la mordida y reducen la presión sobre la mandíbula. Pero reducir el estrés será la clave para combatir los efectos del bruxismo.

2. Irritaciones bucales

Seguro que alguna vez has notado la aparición de una llaga en la boca sin motivo aparente. Aunque en muchos casos se deben a la falta de higiene, el estrés también puede provocar el desarrollo de llagas y erupciones en la boca. Otras irritaciones relacionadas con estar estresado son las aftas, el herpes labial y la candidiasis.

3. Enfermedades periodontales

Nuestra situación emocional puede influir en los tejidos periodontales. Diversos estudios han demostrado que el estar estresado y la ansiedad repercuten negativamente en la salud de las encías, dando lugar a las enfermedades periodontales: gingitivits y periodontitis. Estas complicaciones provocan síntomas como la inflamación y el enrojecimiento de la encía, que sangra con mucha facilidad. Una detección a tiempo es clave para que el tratamiento sea eficaz y evitemos la pérdida del diente. En este sentido es fundamental acudir a tu dentista de confianza como mínimo dos veces al año.

Existen diversas técnicas para reducir el estrés: meditación, escuchar música, practicar ejercicios de yoga… Saber desconectar de la rutina y tomarnos las cosas con más calma serán las claves para estar menos estresados, algo que nuestra sonrisa nos agradecerá.