A lo largo de nuestra vida, nuestro cuerpo sufre importantes cambios. Todos tenemos alguna foto que da buena cuenta de ello, como los retratos de cuando éramos pequeños en que nos faltan los dientes centrales o en que las ‘paletas’ tienen una medida desproporcionada en comparación con el tamaño de la cara.

También conocidos como los dientes de leche, los dientes primarios conforman nuestra primera dentadura, allanan el camino para los dientes permanentes y son importantes para el desarrollo de cualquier niño.

La dentición infantil

Hay muchos aspectos con los que los padres deben lidiar durante los primeros meses de vida de sus hijos: la falta de sueño, los cambios de pañales y los continuos llantos. Pero una vez creen que lo tienen todo bajo control, empieza la dentición. La verdad es que los dientes se empiezan a formar desde antes de que nazcamos, pero no comienzan a erupcionar hasta los 6 meses de edad.

Aunque cada niño es diferente, hay un patrón básico de dentición que suele cumplirse en la mayoría de casos. Los primeros dientes que suelen erupcionar son los incisivos inferiores. Suelen hacerlo a los 6 o 7 meses, y los primeros dientes que les acompañan normalmente son los incisivos laterales. Los primeros molares deberían erupcionar después del primer año de edad, seguidos de los caninos y de los segundos molares. La primera dentición consta de 20 dientes, 10 en cada mandíbula y suele completarse hacia los dos años y medio de edad.

Tal como te puedes imaginar, la erupción de un diente no es demasiado divertida y puede comportar dolor e incomodidad en el pequeño. Los bebés que se encuentran en esta fase pueden experimentar irritabilidad, babeo e incluso desórdenes de sueño o de alimentación en esta etapa. Por suerte, hay maneras de solucionar este dolor: los dentistas de dental recomiendan dejar que los bebés muerdan una cuchara o un paño frío para aliviar dolor en las encías. Dejar que el bebé nos muerda algún dedo también puede funcionar, pero tiene que estar perfectamente limpio.

Visitas dentales durante la infancia

Nuestros odontopediatras recomiendan que los niños visiten la clínica dental cuando cumplen un año y a partir de entonces les llevemos a la visita con el dentista dos veces al año (como cualquier persona adulta). El odontopediatra no solo se encarga de detectar los signos de la caries dental, sino que identifica posibles situaciones que pudieran provocar problemas dentales.

Además, estas citas son situaciones perfectas para aprender a emplear las técnicas higiénicas ideales en nuestros pequeños y sentar las bases para que tengan una primera dentición perfecta que ayude a desarrolla la dentición definitiva sin problemas.

Para más información sobre los dientes primarios, no dude en contactar con la clínica DentAl.